La vida de Verónica Castro de sus inicios a la actualidad
A continuación te mostramos lo más relevante de la vida de Verónica Castro, una leyenda de la actuación que ha dado mucho de qué hablar. ¡No te lo pierdas!
La infancia de Verónica
Nacida en la Ciudad de México en el año 1952, Verónica Castro proviene de una familia de origen humilde. Su padre era ingeniero, y su madre era ama de casa. Verónica era la mayor de los 3 hijos del matrimonio. La vida familiar cambió por completo cuando sus padres se divorciaron. La madre de Verónica tuvo que comenzar a trabajar como secretaria para mantener a la familia. Por su parte, ella y sus hermanos eran cuidados por su abuela.
Una niña con talento
Desde muy temprana edad Verónica Castro comenzó a manifestar un fuerte interés por las artes escénicas. Constantemente participaba en festivales escolares y pequeños proyectos actorales que fueron cultivando su talento desde su niñez. De hecho, sus hermanos más adelante también se interesarían en las artes. Este talento tenía varios antecedentes. Su abuela paterna era la dueña de una compañía dedicada a las artes. Además, su tío paterno fue un reconocido comediante de la época de oro del cine mexicano.
Una beca le cambió la vida
A los 15 años Verónica y su hermana Beatriz ganaron una beca para estudiar actuación. Esto sucedió gracias a una petición que hicieron ambas durante la campaña política del diputado Pedro Bartilotti. Como parte de su campaña el diputado permitió que la población le hiciera peticiones particulares, y las hermanas Castro aprovecharon la oportunidad. Ambas se presentaron en la Asociación Nacional de Actores de México, y fueron admitidas para comenzar sus estudios inmediatamente. En ese momento comenzó oficialmente la carrera de la gran Verónica Castro.
Sus inicios en la actuación
Estudiando en la Asociación Nacional de Actores de México, Verónica participó en el concurso Orquídeas del Cine Nacional. En este certamen participaban jóvenes talentos que querían actuar en alguna producción nacional. Sin embargo, para ese año ni Verónica ni su hermana ganaron el concurso. Afortunadamente un productor quedó cautivado con la belleza de Verónica. Gracias a esto no dudó en invitarla a formar parte de una fotonovela titulada La romántica Samantha. Este fue el primer proyecto profesional de Verónica, para ese momento la actriz solo tenía 16 años.